Además, enfrenta acusaciones de incumplir normativas de seguridad que habrían puesto en riesgo a trabajadores, una situación que salió a la luz tras la muerte de un buzo en un accidente laboral. Fuente: Soy Chile, 1 de noviembre de 2024.
Fue la muerte de un buzo de la empresa Premar, quien realizaba trabajos de mantención en una cámara de la planta desalinizadora en Mejillones, lo que sacó a la luz una serie de irregularidades que involucran a empresas que operan en la zona y que abastecen de agua a la concentradora de cobre Spence, perteneciente a BHP Billiton.
Spence, que representa una de las inversiones más grandes de BHP en Chile con US$ 2.460 millones, fue inaugurada en mayo de 2022 en la comuna de Sierra Gorda, Antofagasta, como parte de un plan para expandir la extracción de cobre en las próximas décadas.
Para abastecer de agua a Spence, se construyó una planta desaladora en Mejillones, a cargo de Grupo Cobra. Sin embargo, tras la muerte del trabajador en noviembre de 2021, Premar presentó una demanda en el Juzgado de Letras y Garantía de Mejillones contra las empresas Cobra Montajes, Caitan SpA, y Compañía Minera Spence S.A., revelando que la planta operaba sin permisos de edificación en terrenos que no pertenecen formalmente a las empresas responsables, violando el Plan Regulador Comunal, según reveló un reportaje de El Mostrador.
De acuerdo a documentos que tuvo acceso el medio, en la demanda, Premar acusa a las empresas de no eliminar las condiciones de riesgo en el funcionamiento continuo de las bombas, lo cual generó peligros que culminaron en el fatal accidente del buzo. John Bey, dueño de Premar, comentó: “Ellos nos ocultaron el riesgo de desbordamiento, sabían que podía pasar, pero como necesitaban limpiar el sector, nos hicieron trabajar en una condición peligrosa por un tema de productividad y ganancias”.
La Dirección de Obras Municipales (DOM) de Mejillones confirmó la falta de permisos en una solicitud del Juzgado Civil de Antofagasta. En su respuesta, el director de Obras Municipales, Aaron Oliveros Vásquez detalló que la estación de bombeo no contaba con permisos de edificación ni con la certificación de recepción de obras, ya que “la edificación se emplaza en una zonificación del Plan Regulador Comunal que no permite el destino de Estación de bombeo de agua de mar”. Además, la superficie de la instalación excede la permitida por la Resolución de Calificación Ambiental.
A raíz de la denuncia, el municipio de Mejillones sancionó a la empresa Caitan, administradora de la planta, con una multa de $5.166.915 por vulneraciones a la normativa, aunque no clausuró la construcción irregular.
En tanto, el presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, catalogó el caso como un “escándalo” y expresó: “Para mí es una brutalidad, por eso le hacemos un llamado a la empresa australiana BHP, la minera más grande que hay en el mundo, a que se rija por los cánones de transparencia y probidad que se utilizan en su país de origen y que no se aproveche de hacer pillerías en los países subdesarrollados como Chile”.
Ocupación terreno
La subsecretaria regional ministerial de Bienes Nacionales, Angelique Araya, también confirmó la ocupación ilegal de parte del terreno, conminando a Caitan a regularizar su situación en un plazo de 15 días hábiles.
A pesar de las múltiples infracciones detectadas, la planta continúa operando. En julio, Premar elevó una denuncia ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) exigiendo una inspección, aunque, hasta ahora, el organismo no ha realizado la fiscalización solicitada.
BHP Billiton, por su parte, se desligó de la operación, indicando que “la planta desalinizadora ubicada en la bahía de Mejillones que abastece de agua industrial a la Spence/BHP es de propiedad y operada por un tercero. En este sentido, Spence/BHP no tiene injerencia en su operación”.