Expuesto a un peligro latente, el Pilpilén o Haematopus palliatus deposita sus huevos en la arena de las costas de Chile. Sus nidos, invisibles al ojo desprevenido quedan vulnerables ante cualquier ataque: perros que corren libres, vehículos motorizados e intervención humana. Fuente: Austerra, 10 de septiembre de 2024.
Créditos: Fundación Cosmos.
En el marco del Día Mundial de las Aves Playeras, el Pilpilén se alza como un símbolo de la lucha por la supervivencia en las costas chilenas. Con su distintivo plumaje pardo y vientre blanco recorre las playas de nuestro país, enfrentando constantemente amenazas que ponen en riesgo su capacidad de subsistir.
Es considerado un indicador biológico, es decir, su presencia es signo de buen estado en los ambientes, afirma el sitio de Aves Chile. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la clasifica como de “Preocupación menor”, sin embargo, la medición de especies del Medio Ambiente: Clasificación de Estado de Conservación (RCE), considera que se encuentra en la fase de Casi Amenaza.
Según Chile Animal, algunos estudios han revelado cifras reproductivas alarmantes, llegando a 0% en algunas localidades. Este es el caso del Santuario de la Naturaleza Humedal Río Maipo, área protegida ubicado en la desembocadura del río Maipo, donde entre los años 2017 y 2021 no se registraron eclosiones de huevos. Las razones son varias; desde la creciente presencia humana en sus espacios de nidificación, la falta de tenencia responsable de mascotas, hasta la destrucción de sus entornos naturales.
Por este motivo es que la Fundación Cosmos ha trabajado intensamente por la protección del Pilpilén durante los últimos ocho años. El Coordinador de Proyectos de Conservación de la fundación, Matías Fuentealba, resaltó el papel que cumple el Santuario de la Naturaleza Humedal del Maipo, ubicado en Santo Domingo, en la protección de estas y otras especies.
“El Pilpilén ha enfrentado importantes dificultades en su ciclo reproductivo. Entre 2017 y 2021, no registramos ningún éxito reproductivo, principalmente debido a perros de vida libre y a personas que tienen sin correa a sus mascotas en las playas”, sostuvo Fuentealba.
En respuesta a esta crisis Cosmos realiza campañas de tenencia responsable durante el verano e instaló un cerco de aproximadamente 6 mil metros cuadrados, cuyo objetivo es impedir que tanto personas como otro tipo de depredadores ingresen a las zonas de nidificación.
En primera instancia, el primer cerco instalado en el año 2020 fue una colaboración entre la Fundación Cosmos, el Programa de Becarios para Soluciones Costeras de la Universidad de Cornell y la Red de Observadores de Aves de Chile (ROC). Luego de presenciar cómo los prototipos de jaulas y cercos de menor tamaño no tenían efectividad, debido a la superficie que esta ave necesita para reproducirse exitosamente, decidieron impulsar este proyecto agrandando y realizando mantenciones al cerco. Esto mejoró su capacidad para mantener lejos a zorros y perros.
Fuentealba destacó que para el verano del 2021, tras realizar las modificaciones, este trabajo comenzó a dar frutos aumentando el número de nacimiento del ave.
Pese a la existencia de sanciones a partir de la ordenanza municipalidad de la Ilustre Municipalidad de Santo Domingo, como la ley de tenencia responsable de mascotas, Matías Fuentealba rescató que: “la educación medioambiental es el papel más importante y crucial de todos. Estoy seguro que si fuéramos conscientes del impacto de nuestras acciones no tendríamos tasas de reproducción cero en especies”.