En privado se reconoce que parar el proyecto parece un imposible, pero se reclama por los impactos medioambientales. Comunidades son parte del Consejo de Pueblos Atacameños. Fuente: El Mercurio de Antofagasta, 21 de julio de 2024.
Un sordo y complejo distanciamiento se está viviendo en las comunidades atacameñas de San Pedro de Atacama y todo tiene que ver con el litio.
El asunto se agravó con el plan desarrollado por el gobierno, Codelco y SQM para explotar el mineral no metálico hasta 2060. Si bien es cierto, el Consejo de Pueblos Atacameños (CPA) ha mostrado su disconformidad y dudas respecto a la iniciativa, son particularmente las comunidades del sur del salar las que están en una posición más beligerante.
Las dudas están vinculadas con el impacto ambiental que ya tienen las operaciones de SQM y Albemarle y que podrían verse agudizadas con la nueva operación de Codelco- SQM. Miembros de las comunidades de Toconao -donde se realizan las labores extractivas- acusan que ya padecen con la disminución del agua potable y otros efectos sobre la biodiversidad vegetal y ambiental.
Ese énfasis es lo que ha puesto tensión al interior del CPA, ya que las comunidades del sur del salar sostienen, en menor o mayor grado, que ese estamento no está atendiendo a este reclamo. Son ellos los habitantes donde se realizan las operaciones las que están afectadas, es decir, no todas, se enfatiza.
Demanda
Luis Buston Liendro, secretario de la Comunidad Autónoma, apuntó que el proceso de la Estrategia Nacional del Litio produjo un problema desde el momento en que el gobierno dijo que conversarían directamente con el CPA.
“En realidad, queríamos tener una diferenciación del resto de las comunidades de nuestros hermanos del borde norte, porque nosotros somos las comunidades territoriales directamente afectadas por el tema de la explotación del salar”, subrayó.
Buston añadió que por eso exigen la presencia de la ministra de Minería, Aurora Williams, en el lugar, pero ya se dieron cuenta que sus pares del norte del salar no tienen la misma opinión.
“Queremos marcar un principio, en donde nosotros como comunidades territoriales tengamos una diferencia porque la afectación directa de la explotación es acá. Esto es lo que queremos marcar”, explica, apuntando que se trata de las comunidades de Peine, Camar, Socaire, Talabre y Toconao.
Explotación
La asociación, formada por Codelco, a través de su filial Minera Tarar, y SQM, a través de SQM Salar, se hará efectiva una vez que se cumplan todas las exigencias legales, regulatorias técnicas y ambientales, y el respectivo proceso de consulta indígena, todo planificado para que concluya en los primeros meses de 2025. El acuerdo indica que se aspira lograr una producción adicional total para el periodo 2025-2030 de 300 mil toneladas de Carbonato de Litio equivalente (LCE), mientras que para el periodo 2031 al 2060 se define una producción de litio de 280 a 300 mil toneladas anuales de LCE. Dicho aumento de producción de litio se realizará mediante mejoras en la eficiencia del proceso, la adopción de nuevas tecnologías y la optimización de las operaciones. Este aumento no implicará una mayor extracción de salmuera ni un incremento en el uso de agua continental, dijeron Codelco y SQM.
“Las empresas no han querido, públicamente, hacer notar esta diferenciación, sino que nos toman como pueblo y quieren meternos todos en el mismo saco”, reitera Buston.
Por ello, el comunero enfatizó que esperan conversar directamente en la mesa de negociaciones como comunidades del sector sur y no a través del CPA.
” Obviamente estamos en contra del proyecto. Entendemos el tema que se nos viene, que es prácticamente imposible para nosotros parar toda esta obra porque se trata de un proyecto nacional, que involucra a muchos intereses internacionales. También queremos el desarrollo, pero no a costa de que desaparezcan nuestras comunidades, esa es nuestra preocupación”, detalló el comunero.
“Escuchar a las partes”
Justo Zuleta, alcalde de San Pedro de Atacama es consciente del problema que emerge en las comunidades.
“Hoy se necesita retomar estas conversaciones y escucharse. Yo creo que eso es lo que falta: escucharse cada una de las partes porque hay diferencias… Hay que entender las realidades del territorio para que finalmente lleguemos a buenos acuerdos. Podemos tener esa mirada”, dijo.