Cómo regular la minería submarina: el impacto ambiental de una actividad en cuestión

La coalición Deep Sea Conservation considera que la propuesta de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos para minar el fondo oceánico aportará pocos beneficios a los países y un gran impacto ambiental. The Metals Company pretende iniciar su actividad este año aunque no se alcance un acuerdo para regular la minería oceánica. Fuente: Climática, 14 de marzo de 2024.

La Deep Sea Conservation Coalition (DSCC) ha advertido este miércoles de que el proyecto de código para regular la minería submarina es “muy problemático” y que esta industria tendrá “limitados beneficios económicos” y un gran impacto ambiental.

Así se ha expresado la coalición que aglutina más de 100 organizaciones no gubernamentales y asociaciones de pescadores en un encuentro virtual con periodistas previo al inicio de una nueva ronda de reuniones del Consejo de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés), que comenzará el próximo 18 de marzo en Jamaica.

El objetivo de estas reuniones es acordar el mencionado código que regularía la minería submarina, cuyo borrador fue publicado en febrero pasado por la ISA, pese a la presión de la campaña para lograr una moratoria, a la que ya se han sumado 24 países.

La líder de la campaña global a favor de una moratoria del DSCC, Sofia Tsenikli, ha afirmado que es “muy problemático el código de minería que está sobre la mesa”. “Pese a la creciente resistencia y los llamamientos a la precaución, la ISA sigue presionando y hacia adelante”, ha lamentado Tsenikli.

Según la DSCC, el texto está plagado de “lagunas e inconsistencias” por la falta de conocimiento de las profundidades marinas.

Además, la empresa canadiense The Metals Company, a través de un vacío legal de dos años, amenaza con presentar una solicitud de minería en el segundo semestre de 2024 incluso si no hay una regulación aprobada, lo que añade más presión.

Al respecto, Emma Wilson, responsable de políticas de la DSCC, ha calificado la nueva versión publicada del código minero como “muy cuestionable”. “La minería submarina es muy peligrosa en el contexto actual”, subraya Wilson, quien ha alertado de que las próximas reuniones han cambiado su formato con el objetivo de “acelerar” el proceso.

La responsable de DSCC ha resaltado que la nueva versión del texto desautoriza las propuestas de los ambientalistas y no incluye muchos de los temas planteados en previas reuniones, entre otros problemas. Wilson ha denunciado asimismo “una falta de transparencia y neutralidad en los procesos de la ISA”.

Por otro lado, cada vez más informes destacan que los minerales de aguas profundas no son necesarios para alimentar la transición verde y proporcionarán beneficios financieros limitados.

Rashid Sumaila, profesor de Economía de la Pesca Oceánica en la Universidad de British Columbia, ha indicado que esta industria no aportará ganancias a compartir con los países de bajos ingresos. “Incluso para las empresas mineras, el sueño de obtener enormes ganancias es probablemente una quimera”, señala.

Según el informe El futuro es circular, potenciando la economía circular de los residuos o elementos que se utilizan en tecnología, se permitiría el 58% de reducción en la demanda de los siete minerales críticos que se pretenden obtener con la minería submarina.

Un total de 24 países, entre los que figuran Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador, España y Francia, defienden una moratoria, pausa cautelar o incluso la prohibición de la minería submarina. Los últimos en unirse a la campaña fueron el Reino Unido y México.

Además, el Parlamento Europeo aprobó en febrero pasado una resolución no vinculante que rechaza la decisión de Noruega de dar luz verde a la posible explotación minera submarina en aguas profundas del Ártico, y pidió una moratoria internacional para esas controvertidas prácticas.

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