La investigación realizada alertó que algunas muestras superan en un 90% la normativa de referencia de suelos urbanos de Canadá, y alertó que los valores altos poseen un alto aporte no natural. Así, diferentes metales relacionados a la actividad minera presentan factores de enriquecimiento por sobre la condición natural, como el caso del arsénico con un 24%, el cobre con 79%, el mercurio con un 63% y plomo con un 75% de las muestras de polvo de calles enriquecidas. Fuente: Radio Maray, 15 de noviembre de 2022.
Preocupación en la población de Copiapó generaron los resultados de una investigación realizada por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) de la Universidad Católica y la Universidad de Concepción, el cual alertó de altos niveles de mercurio, arsénico, cobre y plomo en los suelos de la zona.
La investigación, según lo detallado por el medio Diario de Atacama, consideró la situación ambiental para llevar a cabo una planificación territorial en las ciudades mineras. De esta forma, según el texto, entre los problemas ambientales que poseen las ciudades mineras, una de las más preocupantes es la exposición crónica de la población a metales a través del aire, del suelo o aguas. En 2016 el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) evaluó numerosos sitios con potencial presencia de contaminantes (CENMA, 2016), contabilizando entre ellos los «relaves urbanos».
De esta forma, se identificaron múltiples sitios afectados con contaminantes metálicos, concluyendo que existen carencias en materia de información con respecto al contenido de metales en los suelos urbanos y periurbanos, en la zona de estudio (Copiapó).
De esta forma, el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) llevó a cabo un diagnóstico de la condición ambiental de Copiapó, para luego realizar un balance de forma preliminar sobre el riesgo a la salud de la población debido a la ingestión de polvos de calles y suelos enriquecidos con metales. Así, las concentraciones de metales medidas en suelos y polvos de las calles de Copiapó dieron cuenta de altos niveles de arsénico y cobre.
Ambos elementos, según consigna el medio Diario de Atacama, superan en más del 90% de las muestras con respecto a la norma de referencia para suelos urbanos de Canadá. A su vez, la investigación refiere a casos puntuales de concentraciones que superan las normas de referencia internacionales para cobalto, mercurio y plomo.
Los Hallazgos
En el detalle, el trabajo de campo determinó una línea base de metales para suelos de Copiapó (condiciones naturales para 14 elementos), a través de 50 muestras obtenidas de zonas naturales.
Dicho muestreo, arrojó que 40 de las muestras poseen concentraciones de arsénico sobre los valores de referencia establecidos para el caso de Polimetales de Arica (20 mg/kg, según la regulación propuesta por la Unión Europea), además las concentraciones de hierro y manganeso alcanzan a más del doble de las reportadas por estudios con mediciones similares realizadas por otros países. En el caso del cobre, sería más de siete veces mayor.
Según lo consignado por el medio anteriormente mencionado, la información coincide con la alta presencia de yacimientos minero, lo cual se suma a que geológicamente el sector presenta un elevado contenido de metales en el suelo.
A su vez, debido a la deposición atmosférica de emisiones industriales el estudio dio cuenta de una mayor concentración de metales en la parte superficial, entre 0 y 5 centímetros de profundidad, de los suelos en zonas naturales cercanas al área que compete el sector minero-industrial.
De esta forma, las concentraciones de arsénico aumentaron en promedio un 268% en las muestras superficiales más cercanas a la fundición de cobre, en comparación a las profundas, que alcanzan más de 20 centímetros de profundidad. El polvo que llegaría a las ciudades de las zonas aledañas posee metales, debido tanto a las condiciones rurales de la zona y además por la actividad industrial presente en ella.
Así, la investigación da cuenta que los valores altos poseen un alto aporte no natural. Así, diferentes metales relacionados a la actividad minera presentan factores de enriquecimiento por sobre la condición natural, como el caso del arsénico con un 24%, el cobre con 79%, el mercurio con un 63% y plomo con un 75% de las muestras de polvo de calles enriquecidas. Según lo detallado por el medio anteriormente mencionado, el enriquecimiento dependería del lugar en donde fue tomada la muestra.
De esta forma, en el caso del mercurio existe un enriquecimiento leve en todo Copiapó, el cual se intensifica en sectores próximos a relaves ricos en mercurio, como es el caso del relave Ojancos, ubicado en el sector centro de la ciudad y el relave Santa Blanca, cercano a la zona agrícola de San Fernando, cada uno dedicados a la actividad extractiva de oro.
Finalmente, según lo señalado por el medio regional, tras ser consultada sobre las consecuencias que podría provocar la exposición a altas concentraciones de metales pesados en los suelos como arsénico, cobre, manganeso que se encuentran en la zona la investigadora CEDEUS, Sandra Cortés, señaló la dificultad de establecer una causalidad directa en cuanto a enfermedades crónicas.
«La exposición a metales, entre ellos el arsénico u otros, actúan como factores de riesgo ante diversas enfermedades crónicas, especialmente alteraciones cardiovasculares o respiratorias, ya que estos metales pueden estar biodisponibles en el material particulado o bien en el polvo que se resuspende desde las calles.
Sin embargo, estas alteraciones también se pueden relacionar con otras condiciones de riesgo, especialmente la obesidad o el tabaquismo. Es muy difícil obtener una relación causal directa», acotó.
Fuente: Emol.com